Biorresonancia
¿Cómo absorbemos esa energía?
Ahora se plantea la pregunta: ¿cómo absorbemos esa energía? Uno puede contestar esta pregunta imaginándose el siguiente ejemplo: los diapasones o violines son ajustados a una determinada frecuencia. No poseen ninguna fuente propia de energía y normalmente no vibran. Sin embargo, si se golpea otro diapasón o violín idéntico cerca del primero éste empieza a vibrar también, o sea, entra en resonancia. Visto físicamente, podemos tomar al ser humano como un sistema de oscilación compuesto por una variedad de masas, uniones de resortes y amortiguadores y capaz de recibir esas frecuencias de la naturaleza (buenas y malas). Otro ejemplo fácil de percibir de biorresonancia, es el de la luz del sol con nuestra piel; de tan obvio que es no nos damos cuenta.
Los diapasones se encuentran más o menos en resonancia y con esta energía cuyos planos de vibración electromagnéticos han sido medidos: Se cree que son algunos fluidos, tejidos y estructuras del cuerpo físico (cromosomas y mitocondrias), ciertas membranas poseen las propiedades de los cristales y entran en resonancia. |