Biorresonancia

La Resonancia en la naturaleza y los seres vivos - ADN

La fuentes energizantes pueden tener tanta energía que los sistemas biológicos no las soportan (como lo rayos cósmicos o el exceso de sol). Por eso, la naturaleza tiene que transformarlos parcialmente a vibraciones con menos energía o tienen que ser captadas en capas atmosféricas más altas y ser transformadas a otras formas de energía.

En cada célula de una planta, de un animal o de un ser humano se encuentran los aceptadores de energía –depositados en las estaciones de energía de las células, los mitocondrias- que reciben el tipo de radiación entrante según la frecuencia y el color y que según la información en las frecuencias provocan determinadas actividades finamente moduladas.” El más claro ejemplo son los rayos ultravioletas que entran en resonancia con nuestra piel y pueden provocar desde beneficios muy importantes, (vitamina D, fotosíntesis, esterilización de microorganismos, etc. a daños terribles como el cáncer y las quemaduras) “El aparato cromosómico actúa como antena de recepción y transmisión de “textos genéticos”, los descifra, los codifica y los reenvía.”
De manera, que el ADN no sólo se expresa por su materia, sino también por la información contenida en las funciones de onda de ese mismo ADN. Tal como asegura Gariaev, el genoma es comparable a un bioordenador inteligente que “lee y entiende” la información en forma de onda electromagnética.

“En los últimos años, la biofísica y la medicina cuántica han descubierto una cantidad de resonadores en el organismo y que reaccionan a determinados ámbitos de frecuencia muy limitados.”  (Extraído de: Medicina biológica, Franz Schmid, Editorial Aurelia-Verlag, Baden-Baden).